cambios hormonales en la menopausia








La menopausia es un evento natural, inevitable en la vida de la mujer, que lleva al cese de la función reproductora la menopausia literalmente significa "cese permanente de la menstruación", se debe a la pérdida de la función folicular ovárica. El climaterio o perimenopausia comienza varios años antes de que se produzca la menopausia, incluye el período inmediatamente anterior a la menopausia (cuando comienzan las manifestaciones endocrinológicas, biológicas y clínicas) como mínimo se prolonga hasta el primer año siguiente a la menopausia. La  postmenopausia se refiere al período que comienza a partir de la menopausia, si bien este momento no se puede determinar hasta que se hayan observado doce meses de amenorrea espontánea. el término de menopausia quirúrgica para referirse al cese de la menstruación posterior a la histerectomía sin o oforectomía, pero se recomienda utilizarlo únicamente cuando la operación va acompañada de la extirpación de ambos ovarios con o sin útero.
ENDOCRINOLOGIA DEL CLIMATERIO, LA MENOPAUSIA Y LA POSTMENOPAUSIA.
Durante la transición de la etapa  reproductiva a la no reproductiva, la mujer experimenta una serie de eventos, los cuales se inician varios años antes de que ocurra la menopausia (cese de la menstruación). Alrededor de los 35 años, antes de cualquier alteración del ciclo menstrual y de las variaciones detectables en las concentraciones de estradiol, comienza a elevarse la hormona folículoestimulante (FSH) en la fase folicular temprana. Generalmente después de los 40 años la fase folicular del ciclo se acorta, los niveles de estradiol, inhibina y de folículoestatina disminuyen y los de la FSH comienzan a elevarse. Posteriormente los niveles de la hormona luteinizante (LH) también aumentan aunque en menor proporción que la anterior.
Los folículos disminuyen y es más frecuente la ovulación prematura y la fase lútea insuficiente con disminución de la producción de progesterona, lo que produce un exceso de estrógenos en relación a la hormona anterior . Cerca de la menopausia, los ciclos menstruales a menudo son irregulares con anovulación intermitente, los niveles de las gonadotrofinas son erráticas, es frecuente el hiperestrogenismo relativo con disminución de la progesterona. Clínicamente esto se manifiesta con sangrados vaginales irregulares, pueden existir períodos de amenorrea con valores de FSH y LH elevados, similares a los hallados en la menopausia, pero cuando se produce la ovulación, los niveles hormonales pueden volver a límites normales .
Finalmente, los folículos ováricos dejan de  responder a las FSH y LH; el estradiol desciende a menos de 20 pg/mL, la progesterona es indetectable y clínicamente hay cese de la menstruación.
Algunos autores , Rannevik G, Carlstrom K, consideran que estos cambios corresponden a tres fases caracterizadas por una serie de cambios hormonales.
Después de la menopausia los valores de las hormonas hipofisiarias LH y FSH permanecen elevados, aunque siempre con predominio de la segunda, cuya concentración puede ser hasta 10 a 15 veces mayor que la reportada en una fase folicular normal, en tanto que la LH se eleva en menor grado y más tardíamente ya que generalmente alcanza su pico 2 a 3 años después del cese de la menstruación. Ambas permanecen elevadas por un tiempo variable que puede ser hasta de 20 años. Después de la menopausia cambia el origen y la naturaleza del estrógeno circulante, ya que durante la vida reproductiva predomina el estradiol y en la postmenopausia la estrona. El primero es producido por el ovario y la segunda proviene en su mayoría de la conversión periférica de los precursores androgénicos en el tejido adiposo, músculo
e hígado. El ovario postmenopáusico no es un órgano inactivo ya que continúa produciendo tanto estrógeno como androstendiona, aunque en cantidades mínimas.

Estudios clínicos sugieren que del 20 al 50 % de las mujeres postmenopáusicas
tienen niveles de estrógenos indicativos de actividad folicular durante los primeros 6 a 12 meses después del cese de la menstruación y se estima que el 10% de las mujeres pueden continuar presentando frotis estrogénico hasta 10 años después de la menopausia. La androstendiona disminuye y los niveles circulantes de esta hormona se reducen casi a la mitad. Por el contrario, la testosterona plasmática varía poco.
De hecho, el ovario postmenopáusico, en la mayoría de las mujeres, secreta más testosterona, ya que con la desaparición de los folículos y del estrógeno, las gonadotrofinas elevadas estimulan el estroma ovárico para aumentar la secreción de testosterona. A pesar de todas las investigaciones efectuadas, hasta el momento no se conocen completamente todos los cambios hormonales que se producen durante la menopausia y el climaterio
SIGNOS Y SINTOMAS RELACIONADOS CON EL CLIMATERIO.
El climaterio se asocia con signos y síntomas típicos relacionados con la deficiencia de estrógenos, tales como amenorrea, bochornos, períodos de sudoración y sequedad vaginal. Pueden presentarse otras condiciones como alteraciones psicológicas, emocionales y psicosomáticas, no asociadas al hipoestrogenismo.
Se ha sugerido que existe una variación cultural en la presencia de estos síntomas, ya que se ha reportado en el 75 a 80% de las mujeres occidentales, en tanto que en otras culturas la frecuencia es mucho menor. No se sabe si esta variación se debe a diferencias en la fisiología o en la percepción que tienen las mujeres de sus síntomas.

SINTOMAS VASOMOTORES.
Los bochornos o sofocos se definen como un aumento en la percepción del calor dentro del cuerpo, se manifiestan por una elevación en la temperatura cutánea, vasodilatación periférica, aceleración transitoria de la frecuencia cardíaca  y modificaciones en la actividad electrodérmica. Se inician varios años antes de la menopausia, aun en mujeres con ciclos regulares, generalmente aumentan conforme éstos se vuelven irregulares, alcanzando su máxima intensidad y mayor frecuencia  1 a 2 años después de la menopausia y pueden persistir  hasta por 5 ó 15 años después de ésta.
Los episodios nocturnos de sofocos se refieren como crisis de sudoración. También se han reportado en hombres y mujeres con hipogonadismo que reciben tratamiento a base de agonistas de la hormona liberadora de gonadotrofinas (GnRh) o que sufren una deprivación brusca de estrógenos, por ejemplo, después de la interrupción de un tratamiento prolongado con estrógenos. Se ha sugerido que se deben a alteraciones en el centro termorregulador del hipotálamo anterior y se acompañan de liberación pulsátil de la LH y de la hormona liberadora de gonadotrofinas GnRh .

Comentarios

Entradas populares de este blog

artrópodos clase insecta